domingo, 25 de abril de 2010

ASIGNATURAS PENDIENTES

ISSSTECALI: CADENA INTERMINABLE DE INEPTITUD Y NEGLIGENCIA

POR RAFAEL OLIVERA ÁVILA

ASIGNATURA PRIMERA.-IN MEMORIAM AL PROFESOR RAÚL VALLES.

Cuando vemos los “infomerciales” del gobierno anunciando las virtudes de las instituciones de salud, lo menos que provocan son retortijones o que se nos retuerza el hígado, por el gran cinismo para mentirnos, publicitando instalaciones y servicios que realmente no existen, sólo en las videograbaciones cuyos montajes presentan imágenes de primer mundo (virtual), con una lacerante realidad más paupérrima, la que nos aqueja, de tercer mundo.

En ese rango están los servicios del ISSSTE, del Hospital General perteneciente a la SSA, el IMSS, y por añadidura el ISSSTECALI. De muy poco han servido –por la voracidad de los gobiernos en turno- las tan aclamadas reformas a las leyes correspondientes, que han servido para maldita la cosa en tratándose de mejorar verdaderamente los servicios médicos, la infraestructura de clínicas y hospitales, el instrumental médico, las camas suficientes, el oportuno surtido del cuadro básico de medicamentos, y una serie interminable de requerimientos para los pacientes que necesitan sus servicios, incluido el trato digno y humano en la atención a los derechohabientes.

Casos de desatención, errores y negligencia, es lo común en tales instituciones, y muchas de las veces por la sabida indolencia del gobierno para sancionar debidamente las faltas cometidas, quienes son víctimas directamente (cuando tienen la fortuna de sobrevivir), no denuncian, no alzan su voz, o ni siquiera se quejan por tales acciones. Peor aún cuando alguien es víctima irremediable y pierde la vida a causa de ese trato infame de descuido, negligente, por la ineptitud de quienes supuestamente laboran en esas instituciones para prodigar seguridad social a los beneficiarios de cualesquier servicio médico.

Caso concreto el deceso del compañero profesor Raúl Valles Castro, del cual me ocuparé en esta colaboración con base a la información recibida y el desplegado que publicarán próximamente. Los hechos se suscitaron así: Raúl Valles Castro se presentó ante ISSSTECALI y se le diagnosticó una simple gripe común. No se le practicó la prueba rápida (del virus AH1N1) porque no la tenían disponible, le dijeron que regresara después; dos días más tarde le otorgaron una incapacidad por un día, para luego mandarlo a trabajar sin importarles ni la vida del maestro, ni la de los alumnos, padres de familia y maestros que estuvieron en contacto con él.

El profesor Raúl Valles Castro después de acudir por atención médica durante cuatro días y no recibir lo que él requería, asistió a consulta con un médico particular apenas una hora después de salir del ISSSTECALI, el sábado 29 de agosto del 2009. Por la noche, al ser revisado, inmediatamente el médico particular extiende una orden para que se hospitalice diagnosticándole una neumonía severa. Con documento en mano se presenta a urgencias de El Mirador, dejándolo frente al recinto e irresponsablemente hacerle esperar por alrededor de dos horas. Al recibirlo y ver la orden del médico particular, visiblemente molestos, en forma irrespetuosa y prepotente le maltratan y le reclaman el por qué no asiste con su médico familiar a la unidad médica de Las Palmas. Contrariados, lo internan en un cuarto aislado; en fin de semana, no se presentó ningún especialista, su familia contrató de manera particular un médico internista el domingo 30 de agosto del 2009 y determinó conectarlo al respirador artificial ese mismo día.

Se hospitalizó el sábado y aunque se dispuso la intervención de un neumólogo, la neumóloga en turno se presentó hasta el lunes por la tarde. Otra negligencia, transcurrió la semana y a pesar de que el diagnóstico fue neumonía, la neumóloga no asistió en toda esa semana. Una semana después, acudieron a las oficinas del director a reclamar la presencia de la neumóloga; les sorprendió e indignó su respuesta: “desconozco el expediente del paciente”. Qué les parece, el señor Director, no conocía el estado de salud de un paciente grave, cuando los directores del ISSSTECALI, anteriores, a las 8 de la mañana pasaban cama por cama recibiendo el informe del turno saliente sobre el estado de salud de todos los pacientes, acompañados de su equipo médico de enfermería y trabajo social.

El actual director no lo había visitado o recibido el informe de salud del maestro Valles a pesar de que éste ya tenía dos semanas en el hospital, pues él ya no baja de su oficina para recibir el reporte de los pacientes que están bajo su responsabilidad. El fin de semana ISSSTECALI es otro hospital, falta compromiso profesional ante los pacientes, hay infinidad de negligencias, fallas, falta de medicamentos, y un extenso etcétera. A Raúl Valles Castro el fin de semana (sábado 29 y domingo 30 de agosto) se le terminó el medicamento subrogado, por tal motivo no le fue aplicado sino hasta el lunes 31 por la tarde.

El neumólogo nunca se presentó y el 4 de septiembre la gravedad del estado físico del compañero se hizo más evidente, aspecto que nunca fue del conocimiento del director del hospital, a quien se le pidió que interviniera y aseveró desconocer su estado de salud.

El padre del difunto aseveró en conferencia de prensa “que esa cadena de negligencias fue lo que le causó la muerte a su hijo el lunes 7 de septiembre a las 7:45 de la noche, luego de que fue llevado al quirófano para practicarle una traqueotomía que le permitiera respirar. Claramente se ve que el proceso de atención a pacientes en el ISSSTECALI es una cadena interminable de ineptitud, negligencia, irresponsabilidad, prepotencia, desorganización y falta de sensibilidad y compromiso que repercute directamente en una reducción en la calidad de vida del paciente”.

Lamentablemente, casi en su totalidad, las negligencias se presentan en el área de urgencias, los fines de semana y días festivos, y aunque esto no es nuevo, ninguna autoridad toma medidas al respecto. La influenza humana AH1N1 victimó a un joven maestro, pero también la terrible negligencia e ineptitud de algunos funcionarios y algunos médicos ya mencionados en líneas anteriores.

Asimismo, el Secretario de Educación y Bienestar Social, el licenciado en Administración de Empresas, José Óscar Vega Marín, se ha dedicado a minimizar el problema de contagios de influenza en diversas escuelas y a dar instrucciones a los maestros de que no lo comenten con los medios de comunicación, dejando en el desamparo ante esta terrible enfermedad a maestros, alumnos y padres de familia. En contraposición, el Secretario de Salud, doctor José Ángel Córdova, dice que puede llegar a presentarse un millón de infectados y miles de muertes que aunado a lo que expresa otro funcionario de la misma Secretaría, de no actuarse con responsabilidad y prontitud puede llegar de uno a cinco millones de infectados y un número indeterminado de fallecimientos, lo que nos habla de la gravedad del problema.

Se sabe que en invierno habrá un rebrote de la influenza humana AH1N1 con consecuencias impredecibles: ¿cómo confiar en que nuestras autoridades tomarán las medidas adecuadas y suficientes, teniendo a la vista lo que hicieron con el compañero maestro Raúl Valles Castro? Indigna la insensibilidad con que el doctor Luis Raúl Guzmán Cobo, director del Hospital ISSSTECALI El Mirador que, evidentemente, no se enteró de lo que estaban haciendo sus subordinados, pretendiendo culpar a su víctima, a Raúl, de su propia muerte. Es cuanto (yo.analizo@gmail.com).

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